Misa 14 de noviembre 2021

Domingo XXXII del Tiempo ordinario
JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES

  «A los pobres los tienen siempre con ustedes» (Mc 14,7) «

 

Hoy oramos la Jornada Mundial de los Pobres:  «La esperanza de los pobres nunca se frustrarán (Salmo 9, 19). Dirijo mi  pensamiento  a todos aquellos que, en las diócesis y parroquias de todo el mundo, han promovido iniciativas de solidaridad  para dar una esperanza concreta  a los más pobres.  Esto debe ser un testimonio de la atención que nunca debe faltar hacia nuestros hermanos. He visto algunas estadísticas sobre la  pobreza.  ¡ Nos hacen sufrir!  La  indiferencia de la sociedad   hacia los  pobres (17-11-2019). En  el  pasaje evangélico  de este domingo, el Señor quiere  instruir a sus discípulos  sobre los  eventos futuros.  No se trata  principal­ mente de un discurso sobre el fin del  mundo, sino  que es una invitación  a vivir bien el presente, a estar atentos y siempre preparados para cuando nos pidan cuentas de nuestra vida. Jesús dice:  «Por esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, la luna  no dará su resplandor,  las estrellas irán cayendo del cielo».  l. La luz que brillará en ese último día será  única  y nueva: será la del Señor  Jesús del Señor Jesús que vendrá en gloria con todos los santos. En ese encuentro finalmente veremos su rostro. a la plena  luz de la Trinidad; un rostro radiante de amor, ante el cual todo ser humano también aparecerá  en su verdad total. 2. Jesús dice que la historia de los pueblos y de los individuos tiene una meta y una meta que debe alcanzarse: el encuentro definitivo con el Señor. No sabemos el tiempo ni las formas en que sucederá. Sabemos un principio fundamental: «El  cielo y la tierra pasarán, dice Jesús,  pero mis palabras no pasarán».  El verdadero punto crucial es este.  En ese día, cada uno de nosotros tendrá  que entender si la  Palabra del  Hijo de Dios ha iluminado su existencia personal, o si le ha dado la espalda,  prefiriendo confiar en sus propias  palabras. Será más que nunca el momento en el que nos abandonemos definitivamente al amor del Padre  y nos confiemos a su misericordia. 3. nadie puede  escapar de este momento, ninguno de nosotros!  El  poder del  dinero y de los  medios económicos con los que pretendemos, con presunción, comprarlo todo y a todos, ya nose podrá utilizar. Solo llevaremos con nosotros lo que hemos dado  {18-11-2018).

Un lema, señala el Santo Padre en su mensaje para la Jornada  de este año, que invita a «no perder nunca de vista la oportunidad que se ofrece de hacer el bien» y que recuerda que aunque «su presencia en medio de nosotros es constante, «no debe conducirnos a un acostumbramiento que se convierta en indiferencia, sino a involucrarnos en un compartir la vida que no admite delegaciones.

  PAPA FRANCISCO