Misa 15 de noviembre 2020
Homilía XXXIII Domingo del tiempo ordinario
“ Bien, siervo bueno y fiel ”
Este pobre gritó y el Señor lo escuchó» (Sal 34,7). El salmo des cribe con tres verbos la actitud del pobre y su relación con Dios. l. Ante todo, «gritar». La condición de pobreza no se agota en una palabra, sino que se transforma en un grito que atraviesa los cielos y llega hasta Dios. En esta Jornada estamos llamados a hacer un serio examen de conciencia para darnos cuenta de si realmente hemos sido capaces de escuchar a los pobres. Si somos nosotros los que hablamos mucho, no lograremos escucharlos. Cuando los pobres hacen sentir su voz, quizá pensamos que basta con un gesto de altruismo para quedarnos satisfechos, sin tener que comprometernos directamente. 2. El segundo verbo es «responder». El salmista dice que el Señor le responde. La respuesta de Dios al pobre es siempre una intervención de salvación para curar las heridas del alma y del cuerpo, para restituir justicia y para ayudar a reemprender la vida con dignidad. La respuesta de Dios es también una invitación a que todo el que cree en él obre de la misma manera. La Jornada Mundial de los Pobres pretende ser una pequeña respuesta que la Iglesia entera, extendida por el mundo, dirige a los pobres de todo tipo y de cualquier lugar para que no piensen que su grito se ha perdido en el vacío. 3. El tercer verbo es «liberar», El pobre de la Biblia vive con la certeza de que Dios interviene en su favor para restituirle la dignidad. La pobreza no es algo buscado, sino que es causada por el egoísmo, el orgullo, la avaricia y la injusticia. La salvación de Dios adopta la forma de una mano tendida hacia el pobre, que acoge, protege y hace posible experimentar la amistad que tanto necesita. A partir de esta cercanía, concreta y tangible, comienza un genuino itinerario de liberación: «Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres, de manera que puedan integrarse plenamente en la sociedad; esto supone que seamos y atentos para escuchar el clamor del pobre y socorrerlo» {18-11-2018). PAPA FRANCISCO