2 de abril 2021
Viernes Santo de la Pasión del Señor
segundo día del Triduo Pascual,
Conmemoración cristiana en el que se recuerda la pasión y muerte en la cruz de Jesús
“ Está cumplido ”
Papa Francisco: Pocos días antes, el gentío. aclamaba a Jesús. Ahora transforma las alabanzas en un grito de acusación, prefiriendo incluso que en lugar de Jesús fuera liberado un homicida. Llega de este modo a la muerte en cruz dolorosa e infamante, reservada a los traidores, a los esclavos y a los peores criminales. La soledad, la difamación y el dolor no son todavía la culminación del anonadamiento de Jesús. Para ser en todo solidario con nosotros, experimenta también en la cruz el misterioso abandono del Padre. Sin embargo, en el abandono ora y confía en el Padre “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu”
Suspendido en el patíbulo, además escarnio, afronta la última tentación: la provocación as bajar de la Cruz, a vencer. el mal con la fuerza y a mostrar el rostro de Dios potente e invencible. Jesús, en cambio, precisamente aquí, en el culmen del anonadamiento, revela el rostro auténtico de Dios, que es misericordia. Perdona a sus verdugos, abre las puertas del paraíso al ladrón arrepentido y toca el corazón del centurión. Si el misterio del mal es abismal, infinita es la realidad del Amor que lo ha atravesado, llegando hasta el sepulcro y los infiernos, asumiendo todo nuestro dolor para redimirlo, llevando luz donde hay tinieblas, vida donde y muerte, amor donde hay odio. Jesús se ha humillado por nosotros, viene a salvarnos; y nosotros estamos llamados a elegir su camino: el camino de servicio, de la donación, del olvido de uno mismo. Os invito este día a mirar a menudo esta “Cátedra de Dios “para aprender el amor humilde, que lava y da la vida, para renunciar al egoísmo, a la búsqueda del poder y la fama. Dirijamos a él nuestra mirada, pidamos la gracia de entender al menos un poco de este ministerio de su anonadamiento por nosotros en la Cruz (20-3 2016).
Hoy en este momento, Jesús crucificado y en las muchas historias de los crucificados de la historia, las de hoy, de esta pandemia (Covid-19, coronavirus): médicos, enfermeras, enfermeros, religiosas, sacerdotes … muertos en el frente, como soldados, que han dado su vida por amor, resistentes como María bajo sus cruces, las de sus comunidades, en los hospitales, curando a los enfermos. También hoy hay crucificados y crucificadas que mueren por amor y esto es lo que pienso en estos momentos